Las vacas conectadas ayudan a monitorear el ganado en las granjas
Steffen Hake conoce las largas e incansables horas que se requieren para administrar una granja lechera exitosa, una vida que implica salir de la cama antes del amanecer y trabajar hasta después del anochecer —pero tiene una ventaja que generaciones de granjeros antes de él nunca tuvieron—.
“Cuando me levanto por la mañana y me pongo mis botas, no voy primero a los establos”, comenta. “Reviso mi PC para ver si hay alertas sobre vacas enfermas, y así me entero de inmediato”.
La razón es una moderna innovación para una industria tradicional. El proyecto de SCR Dairy se llama “HealthyCow24”, una solución basada en el Internet de las Cosas que utiliza el software Windows Embedded y la tecnología en la nube Microsoft Azure.
El granjero Steffen Hake y su padre, Erwin, utilizan la tecnología de SCR Dairy en la granja.
Este sistema de supervisión de vacas proporciona a los granjeros información que puede aumentar la producción de leche, optimizar el proceso de parto y asegurar que las vacas estén sanas —todo mientras se ahorra tiempo—.
Y el tiempo es importante para los granjeros como Hake, quien trabaja en la granja cooperativa de sus padres en Wagenfeld-Ströhen, Alemania, desde el 2005 y ahora administra 240 vacas con la ayuda de su padre y de otros trabajadores. Forma parte de una generación más joven y experta en tecnología que desea hacer más y experimentar más, tanto dentro como fuera de la granja.
Contar con vacas “conectadas” por medio de la tecnología de la compañía israelí significa que ya no tiene que dedicar casi todo su tiempo a supervisar sus preciadas productoras de leche.
“Si esto se lo hubiera contado a alguien hace algunos años me hubieran dicho que estaba loco”, afirma Hake. “Pero así es la tecnología. Funciona”.
Pero a lo largo del último siglo se han inventado máquinas nuevas, las poblaciones urbanas han crecido y el precio de la tierra se ha disparado. Estas tendencias, y otras, han obligado a las granjas de todos los tipos a consolidarse, a especializarse y a incrementar la producción para mantener llenos los estantes de los supermercados.
En la actualidad, una granja pequeña no necesita más que unas cuantas manos para administrar docenas o incluso cientos de vacas, pero mantener una conexión directa con cada animal sigue siendo un factor crítico. Una razón importante es que las vacas lecheras deben mantenerse dentro de un ciclo constante de preñez y parto para poder producir leche, y hay poco tiempo para la inseminación una vez que la hembra entra en celo.
Antes, los granjeros poseían muchos menos animales y podían dedicar varias horas del día a observar sus vacas para detectar los indicios; pero hoy, con tantas vacas que administrar, no siempre hay tiempo de supervisarlas cuidadosamente.
Es ahí donde entra SCR Dairy. La solución Heatime de la compañía incluye collares con sensores de movimiento y micrófonos que monitorean la actividad y los niveles de rumia de las vacas. Por medio de una aplicación que se puede utilizar tanto in situ como en la nube, el sistema alerta a los granjeros cuando la actividad aumenta, pues generalmente significa que un animal está en celo o que ha disminuido su nivel de rumia, lo cual puede indicar un problema de salud.
La actividad y los niveles de rumia de las vacas pueden revelar información valiosa.
“Para reconocer una vaca en celo, necesitabas pasar por lo menos 20 o 30 minutos en los establos al día, cuatro o cinco veces al día”, explica Hake. “Ese tiempo ahora se ha eliminado”.
El sistema agrega los datos de los sensores y los envía a la oficina de la granja. Asimismo, los datos se pueden consultar a través de una aplicación móvil para que los granjeros estén enterados acerca de los ciclos de celo y el estado de salud de las vacas en todo lugar y momento. También permite a los granjeros elaborar listas, preparar informes, clasificar a las vacas por categoría y llevar un historial general de cada animal.
SCR Dairy actualmente cuenta con unos 4 millones de collares con sensores conectados a vacas en todas partes del mundo, mediante los cuales se monitorea su actividad y estado de salud las 24 horas del día. Los datos generados por los sensores se transfieren a soluciones de administración que envían alertas y ayudan a los granjeros a tomar mejores decisiones.
“Hemos enviado alertas sobre las vacas a los granjeros cuando, por ejemplo, se presenta un parto prolongado o un trabajo de parto difícil a medianoche”, comenta Matteo Ratti, vicepresidente de la división de Inteligencia Vacuna en SCR. “Eso les permitió salvar a la vaca. Con esta tecnología, los granjeros obtienen la información que necesitan para administrar el ganado de manera más eficiente”.
Permitir a los granjeros ser más productivos, ampliar sus operaciones y cuidar mejor de su ganado no sólo es un buen negocio, dice Ratti, sino que es crítico para asegurar el futuro de la industria láctea.
“Los propios granjeros lo han manifestado”, afirma. “Los granjeros jóvenes buscan soluciones tecnológicas que les permitan trabajar en forma más eficiente y más rentable, y no entrarían en este negocio si no existiera esa tecnología. Necesitan poder alejarse de la granja y, aun así, seguir conectados”.
Administrar una granja lechera es un trabajo arduo, pero Hake asegura que no lo cambiará por nada del mundo.
“Me gusta la diversidad de mi trabajo”, dice. “Manejar el tractor, esa máquina grandiosa, es divertido. O cuando una de las vacas se enferma y la curas, y en dos días la ves totalmente recuperada. Eso es muy motivador”.
En los últimos dos años, se ha percatado de las muchas maneras en que la tecnología le ayuda a hacer más en menos tiempo, lo cual es una gran ventaja para las generaciones más jóvenes que están tomando el control de las granjas familiares.
Hake encuentra libertad en poder acceder a toda la información desde su teléfono inteligente, por lo que ya no tiene que estar atado a un lugar en específico. Y ahora que su familia renta un establo en un pueblo vecino a 11 km de distancia, la capacidad de supervisar a las vacas en forma remota se ha convertido en algo de suma utilidad.
“No vamos ahí muy seguido, de modo que no podríamos saber si una vaca está en celo”, comenta. “Eso es lo que hace tan útil esta tecnología. Cuando una vaca está en celo o come menos de lo normal porque se está enfermando, el sistema me envía una alerta. Y eso es algo extraordinario”.