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Por amor a los perros: Dogtopia libera un crecimiento rápido al tratar a cada cachorro como familia

Harper entró a la recepción en silencio mientras que su lenguaje corporal gritaba: “¡Sáquenme de aquí!”

La dueña de la guardería de Colorado ya había visto antes ese tipo de timidez. De manera amistosa, condujo a Harper hacia una habitación llena de coloridos juguetes para escalada y un grupo de ansiosos amigos.

Pero Harper se negó a rendirse. Casi de dos años, ella mantuvo sus pies en el piso, se retorció para escapar y luego se agazapó en la sala de juegos. Al final, después de 15 largos minutos, comenzó a relajarse entre sus nuevos amigos. Su postura se suavizó. Todo lo que se necesitó fue una olfateada de bienvenida de Bongo Billy.

Una de las tres salas de juego interiores en Dogtopia de Fort Collins, Colorado.

En Dogtopia, donde más de 130 franquicias encarnan los tiernos temas de las guarderías infantiles – desde horas de siesta a tarjetas de reporte – ese momento reciente marcó el primer día de escuela de Harper. La cachorra, un pastor ganadero australiano, ha pasado su vida en dos refugios para animales antes de ser adoptada el pasado diciembre de 2019.

Estos días, Harper – junto con Bongo Billy (un Basset Hound) y otros 120 peludos clientes – son asistentes regulares de Dogtopia de Fort Collins, Colorado que ofrece la tarifa estándar de la franquicia nacional: guardería, spa y servicios de embarque.

Este lugar, que hace no mucho era una tienda de bicicletas, construyó su perruna población sólo unos meses después de abrir sus puertas en mayo de 2019. Y la rápida expansión sólo subraya el linaje de mentalidad de crecimiento de la compañía.

Desde 2017, Dogtopia ha abierto 90 franquicias a través de Estados Unidos y Canadá, con al menos 60 más por llegar en 2020. Es la gran visión de Neil Gill, CEO y presidente de Dogtopia, un australiano amante de los caninos con antecedentes en construcción de franquicias en KFC, Pizza Hut y Gloria Jean’s Coffees.

Koda Logan, de 7 años, observa al Basset Hound Bongo Billy a través de una ventana en la sala de juegos.

“Lo que más me complace es que su crecimiento no es loco ni insostenible; es un crecimiento fuerte. Es un crecimiento impulsado por la experiencia de nuestro equipo gerencial y por el talento dentro de nuestra red de franquicias”, comentó Gill, quien en 2015 se hizo cargo de lo que eran entonces 28 ubicaciones fragmentadas.

“Vamos a entregar 3 millones de experiencias de guardería este año. Cuando comienzas a pensar sobre eso en sólo números de perros, necesitábamos algo que nos ayudara a tomar las decisiones correctas”, comentó Gill. “La tecnología nos ha ayudado a escalar”.

Dogtopia, con oficinas centrales en Phoenix, Arizona, ahora recolecta y analiza datos de negocios de las más de 130 franquicias – almacena esos datos en Microsoft Azure, visualiza tendencias en esos datos a través de Power BI para luego entregar análisis oportunos de datos a los dueños de la franquicia en bocados que son fáciles de digerir a través de SharePoint. Las franquicias son clientes de Office 365.

“De manera continua buscamos maneras de integrar productos Microsoft”, comentó Jim McBrayer, gerente de TI de Dogtopia. “Podemos ir directo desde OneNote a Outlook y todas las guarderías pueden hacer lo mismo. Pueden hablar en (Microsoft) Teams, y podemos tenerlo todo junto en una sola área”.

Por ejemplo, los tableros de PowerBI muestran a cada franquicia de Dogtopia su tasa diaria única de perros de guardería versus perros de embarque. Esto es importante porque cuando la proporción de regulares de guardería es alta, los entrenadores del personal (llamados “coaches caninos”) pueden brindar más educación a sus cachorros, como órdenes básicas y control de ladrido. Los perros de embarque son nuevos para esas lecciones continuas, lo que cambia el plan diario de enseñanza.

Ashley Todd utiliza SharePoint para leer la información comercial y de citas de Dogtopia.

“Esto permite al coach canino llegar a la sala de juegos bien preparado”, comentó Gill.

“No es diferente a una escuela donde tienes a los niños que regresan a sus propias aulas cada día”, agregó. “Ellos hacen sinergia y aprenden unos de otros. Es lo mismo con los perros. Si tienes una habitación con muchos perros de guardería o con muchos perros de embarque, el coach se enfocará más en la socialización”.

Hacer eco de los beneficios de las guarderías infantiles es un tema intencional (y adorable) en Dogtopia.

En una tarde de viernes reciente en la franquicia Fort Collins, las tarjetas de reporte dobladas se encontraban en una ordenada línea en el escritorio de la recepción, a la espera del regreso de los dueños de los perros (conocidos como “padres de mascotas”). Summit, un cachorro de nariz rosada con un abrigo blanco y naranja, disfrutaba “estar en el equipo de juego”, comió todas sus comidas, retozó con su “mejor amigo” Bongo y fue “muy lindo y amable”, de acuerdo con su tarjeta de reporte.

Cerca de la recepción, filas de cubos plásticos sostienen las correas enrolladas de Beezer, Olly, Layla, Chico, Charlie, Daphne y el resto. Y todos celebraban el cumpleaños de Letty, prepararon una tarjeta especial (con Microsoft Publisher) que contenía mensajes escritos a mano de cada empleado (“¡Espero que recibas muchos premios!”) que rodeaban una foto de Letty con un sombrero amarillo.

Cachorros en juguetes para escalar en una sala de juegos.

Cada área de juegos era una escena separada de divertido caos. Los perros eran agrupados con base en su tamaño, edad, temperamento y estilo de juego. Esa tarde, algunos estaban acomodados en suaves bancos para siesta en una esquina, con los ojos cerrados. Algunos se perseguían sobre y bajo los juguetes para escalar. Algunos se sentaban sobre sus patas traseras para observar a través de las ventanas y las puertas. Muchos sonreían.

Todo el personal usaba las mismas playeras naranjas con la leyenda “coach canino”. En una habitación, una empleada soplaba burbujas con esencia de tocino al aire mientras cinco perros la rodeaban con alegría y saltaban para morder las burbujas. Uno de esos perros era Harper, la pastor ganadero australiano que antes se había mostrado tímida. Su cola se movía con frenesí y ladraba una y otra vez.

Las piedras angulares de la misión de la compañía, comentó Gill, son “mejorar la alegría de la paternidad canina” y garantizar que cada cachorro regrese a casa por la noche “como un mejor ciudadano canino de lo que era en la mañana”.

“Si podemos hacer eso, sabemos que creamos una mejor relación entre el perro y su dueño. Una vez que creas esa fuerte relación, el dueño nunca abandonará a ese perro”, mencionó Gill.

Ashley Todd da un premio a Harper en el primer día de guardería de la cachorra.

El CEO ha tenido cuatro perros durante su vida.

De niño en Australia, había una mezcla de Corgi de largas patas, rescatado, con una enorme energía controlada sólo por mucha acción. Hubo un Labrador negro, Marty, al que no se le permitía entrar a la casa, así que en ocasiones, Gill escondía a Marty en su habitación para luego construirle una casita con la alfombra. Después, hubo un Pastor Alemán muy inteligente que le enseñó lealtad a Gill. Y ahora, hay un Golden Retriever – “una bestia llena de amor”, comentó.

Los cuatro perros le dieron pedazos de sabiduría que ahora forman parte de la cultura de Dogtopia, incluida la celebración por el juego y el entendimiento de que los animales están hambrientos por aprender y están listos para dar.

Esos son algunos de los, (sí), dogmas que atrajeron a Ashley Todd, de 26 años, a adquirir y abrir la franquicia Fort Collins Dogtopia en 2019.

Graduada en 2016 de la Universidad Estatal de Colorado, con licenciatura en negocios, Todd se sintió atraída por los principios de la compañía, que incluyen seguridad, limpieza, transparencia y la atención especial que se brinda a los “dos aspectos del cliente – tienes al dueño y tienes al perro”, comentó. “Cuidamos a ambos”.

Lo que sus clientes tal vez no saben: Todd vive ahora su sueño de toda la vida.

Ashley Todd, dueña de la franquicia, y su padre, Greg, trabajan en la recepción de Dogtopia de Fort Collins.

A los 5 años, ella dibujaba diagramas de negocios e imágenes de la guardería para perros que planeaba construir y manejar cuando fuera adulta. Su inspiración fue Duckie, su mezcla de Pastor Alemán con Husky.

“Era increíble, era una amiga”, comentó Todd. “Me encantaba cómo mi familia hizo que mi perra se sintiera como de la familia. Quería hacer algo algún día con perros. Me encantaba el concepto de tener un hotel para perros. Parecía que había nacido para hacerlo”.

Todd tiene 30 empleados. Uno de ellos es un hombre que estaba retirado y que trabaja en la recepción, donde recibe a dueños y cachorros por igual. Es Greg Todd, el padre de Ashley.

“Nosotros decimos que este es un negocio de hija-padre, no un negocio de padre-hija. Ella es la jefa. Ella lleva las riendas. Yo ayudo en lo que puedo”, comentó Greg Todd. “Pero, ¿Qué padre podría tener una mejor suerte que trabajar con su hija mientras ella sigue su sueño?”

Bongo Billy, un Basset Hound, está emocionado de ver a su dueño, Tim Nissen, cuando llega por él a la guardería.

En una tarde reciente, mientras los dueños hacían fila para recoger a sus cachorros al final del día, Greg Todd tomó su walkie-talkie para alertar a su hija y al resto del personal que trabajaba en una de las tres sales de juego en el área externa.

“¿Me pueden traer por favor a Miss Dottie”, dijo en su walkie. “Miss Dottie ya se va a casa”.

Pronto, era momento para que Harper se fuera también.

Los dueños salen con su cachorro en Dogtopia de Fort Collins.

“¿Me pueden traer a Harper por favor?”, solicitó Greg Todd desde su walkie.

En la recepción, David Thiel, técnico de mantenimiento del edificio, esperaba por su pequeña. Él la adoptó en diciembre de 2019 porque le gustó su alto nivel de energía y su personalidad amigable.

Con su correa, Harper apareció en la recepción. Sus ojos estaban muy abiertos, su cola se movía y saludó a Thiel con saltos y besos, una diferencia de 180 grados de su miedo a inicios del día.

Caminaron juntos al auto de Thiel. Harper saltó dentro y se acomodó de manera rápida en un asiento. Luego cerró sus ojos y se durmió todo el camino a casa.

Todas las fotos por Helen H. Richardson. Foto principal: Ashley Todd sopla burbujas comestibles con esencia de tocino para los perros en el área exterior de juegos de Dogtopia en Fort Collins.