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Ingenio silencioso: 120 mil almuerzos y contando

Dentro de Commons, el bullicioso centro de cafeterías y tiendas de Microsoft, tranquilo ahora y desde hace semanas debido a COVID-19, hay un ritual diario de esperanza y determinación. En una mañana reciente, a medida que la luna más grande y brillante del año – la Luna Rosa – desaparecía detrás de un vacío campo de juego, un pequeño ejército de dedicados voluntarios formaba una fila para tomar sus puestos en un desierto campus de Redmond.

Están aquí para dar una mano, y para hacer algo productivo en tiempos inciertos.

Un silencioso Commons de Microsoft en tiempos de COVID-19.

Como pasa con muchas buenas ideas, esta inició con un problema: ¿Cómo asegurar que niños y familias, que dependen de la escuela para las comidas diarias, pero que están varados en casa, todavía reciban el sustento en el que confían?

¿Cómo Microsoft continua con el apoyo a nuestros proveedores, muchos de los cuales que son locales, mientras la mayoría de los servicios de alimentos en el campus están bloqueados dado que la mayoría de los empleados trabajan desde casa?

¿La respuesta? Reubicar algunos de los alimentos de Microsoft para escuelas y familias durante este tiempo de crisis y necesidad magnificada.

Los voluntarios de Dining and Eventions en Microsoft, manejada por Compass Group USA, llegan para armar almuerzos.

Cada día, entre 60 y 65 voluntarios de los servicios de restaurante y catering de Microsoft llegan antes del amanecer. Han ideado un sistema improvisado de línea de ensamblado para organizar y distribuir los componentes del almuerzo y empacarlos para ser enviados. En los espacios abiertos, por lo general bulliciosos con gente del campus que va por su almuerzo o reservaron para conferencias y reuniones, ellos empacan con cuidado, en alrededor tres horas, 6,420 almuerzos para entrega.

Gritos de ‘hola’ y ‘buenos días’ llenan los, de otro modo, pasillos vacantes. Una camaradería reforzada por un sentimiento compartido de que se hace algo útil llena el cavernoso espacio.

El esfuerzo es serio, y a la vez desaliñado. En marzo de 2020, a medida que crecieron los cierres, el equipo tuvo que reutilizar menús de manera rápida para más de 25 cafeterías en sitio, con la ayuda de la dietista de Microsoft, que una vez trabajó para un distrito escolar. El menú toma en cuenta, de manera cuidadosa, las necesidades de los cuerpos en crecimiento (y sigue las pautas del Programa Nacional de Almuerzo Escolar).

Los almuerzos son armados de manera cuidadosa, con un equilibrio nutricional en mente.

Hoy en día, los almuerzos son preparados para Boys and Girls Clubs y YMCA locales, Hopelink y Northwest Harvest. Incluyen: Un sándwich (de Molly’s en Seattle), frutas, vegetales, bocadillo, postre y leche.

Kris Valencia es un referente en la escena, saluda a los voluntarios del día, y organiza el flujo de trabajo. Valencia es el chef ejecutivo para Eventions, el departamento de catering y producción de eventos en sitio de Microsoft, manejado por Compass Group USA.

Kris Valencia, chef ejecutivo para Microsoft Eventions, cerca del área de carga donde los almuerzos son empacados para transporte.

“Cada día, la gente hace muchos sacrificios, con los niños en casa y otras batallas. Si voy a ser el líder de este programa, quiero estar ahí para mi gente”, comentó. “Ellos están aquí porque quieren hacer algo en este tiempo de crisis. Para dar algo de vuelta y porque Microsoft ha sido tan amable de proporcionar paga para los asociados mientras las cafeterías han sido cerradas”.

En un día reciente, un recorrido aéreo del vacío campus de Microsoft en Redmond.

En marzo pasado, Microsoft anunció que continuaría con el pago de sueldos a sus trabajadores por hora, incluidos 4,500 que trabajan en las instalaciones de Puget Sound. De ese total, 1,300 son empleados de servicio de alimentos de Compass Group, el socio en sitio de servicio de alimentos de Microsoft.

“Ha sido muy inspirador ver cómo nuestros equipos se han unido durante este tiempo”, comentó Jodi Smith Westwater, gerente de servicios para las operaciones de comedor. “La hospitalidad está en nuestra naturaleza. Es lo que hacemos. Y ahora importa más que nunca. Estoy muy orgullosa de la dedicación y energía de nuestro equipo”.

La energía positiva es palpable, y en algunos rincones, a medida que la luz del día comienza a aparecer, también lo hace una animada (y fuerte) música dance. También hay un persistente sentimiento de gratitud.

Rebecca Carney-Bravemen, empleada de Compass Group, agrega la leche. Por lo general ella trabaja como cocinera en jefe de catering en Microsoft.

“Es una época muy estresante”, comentó Rebecca Carney-Bravemen. “Pero todavía tenemos nuestros trabajos. Quería hacer algo más para otros que no son tan privilegiados. Venir aquí por las mañanas me hace sentir que hago algo”.

Valencia rota a los voluntarios, la mayoría trabaja tres días y descansa dos. El plan actual es extender el programa hasta finales de abril, pero podría cambiar, dada la reciente extensión de cierre de escuelas en Washington.

Una empleada de Compass Group prepara las cajas de almuerzo. Anuncios que muestran pautas de seguridad aparecen por todo el espacio.

La seguridad es primordial, y Compass Group ha reubicado a su equipo Quality Assurance para garantizar que los protocolos apropiados, incluidos los fuertes requisitos para el distanciamiento social, estén en su lugar. Los voluntarios deben lavar sus manos cada 25 minutos. Cada estación tiene de 6 a 8 personas para asegurar que todos puedan estar a 6 pies de distancia. Sólo dos personas pueden viajar en los elevadores de carga a la vez. Las mascarillas están disponibles, pero son voluntarias, por ahora, como consejo del Centro de Control de Enfermedades. Cada día, todos deben firmar un Acuerdo de Informes de Salud, y dar fe que están libres de síntomas (y fiebre), para participar.

Chester Cullers, cocinero de catering con Microsoft Eventions, coloca los toques finales en la línea de almuerzos.

“Los niños de las escuelas necesitan esto. Si no estuviéramos aquí, ellos no tendrían almuerzo”, comentó Chester Cullers, mientras llena una línea de cajas blancas con papas al barbecue. “Sé lo difícil que está la situación allá afuera. Mucha gente no puede estar en la calle”.

Pronto, los almuerzos empacados se dirigen a la parte baja donde son empaquetados en cajas más grandes y en tarimas, para luego ser colocadas en camiones de refrigeración para su entrega en el Building 125. Se mantendrán ahí durante la noche en un espacio refrigerado antes de ser recolectados antes del amanecer del siguiente día y transportados a las comunidades en necesidad.

Una empleada de Dining en Microsoft envuelve una tarima de almuerzos para ser transportados.

Aún sin el típico bullicio de las personas en lo que hoy es un muy silencioso campus de Microsoft en Redmond, el espíritu humano – y un ingenio silencioso, pero determinado – está presente. El equipo también tiene otras grandes ideas, basadas en un deseo continuo de utilizar los recursos de manera inteligente, para mantenerse seguros y ayudar a los demás.

Texto original de Aimee Riordan. Publicado en Microsoft News Center.

Fotos de Brian Smale.

Traducción y estilo: Federico Rodríguez.